Elegir una carrera no es análogo a elegir una camisa o una moto. Implica dedicar tiempo y energía a una ocupación a lo que te consagrarás por años y quizás décadas.
Es por eso que hay que pensar cuidadosamente qué vas a estudiar y en qué tipo de actividad estarías más satisfecho. El ejercicio profesional no solamente te va a proporcionar unos ingresos mensuales, es además una forma de vida. Vas a dedicar tantas horas diarias a tu quehacer, una tercera parte del día nada más y nada menos, que debe llenar tus expectativas, darte satisfacciones y hacerte feliz. Trabajar en una actividad que no te guste o te aburra puede ser motivo de incomodidad e irritación. Puede que ganes mucho dinero, pero quizás te lo gastes en médicos. Por el contrario, si tu ocupación te llena profesionalmente, terminarás dedicándole más horas, siendo el mejor, ganando más dinero y además estarás contento.
VENTAJAS ECONÓMICAS
El mundo asegurador tiene una serie de virtudes profesionales, económicas y vitales. Ser corredor conlleva un ingreso financiero sostenido importante. Las comisiones son buenas y mientras más te esfuerces mejor te va a ir. Además, es un cometido a largo plazo, de manera que lo que logres cuando eres joven se va a seguir manteniendo en el tiempo. Si creas una cartera de clientes sólida, ellos te recomendarán a otras personas, te seguirán contratando año tras año y luego sus descendientes harán lo mismo. Esto te garantiza ingresos pasivos para tu jubilación.
Las ventajas que eso significará no solo se van a reflejar en tu cuenta corriente, en tu patrimonio y en tu crecimiento personal.
SERVICIO PÚBLICO
Ocuparse de seguros es además una labor de servicio público importante. Tú vas a asesorar a personas con unas pólizas que le darán seguridad. Si algo pasa, tu labor será conseguir que lo que ofreciste se cumpla, de manera que ante un siniestro más o menos grave, tus clientes reciban compensación. Eso es, sabrán que pueden contar contigo en un mal momento.
El resultado será que, ante tu buen servicio, tendrás clientes leales que seguirán renovando porque saben que pueden contar contigo en las buenas y en las malas. Fíjate que tu trabajo no será solo un asunto de eficiencia y también de humanidad.
Para darte un ejemplo personal, hay familias que han contratado con mi abuelo, mi padre y ahora conmigo. Ellos saben que el trato va a ser el mismo y que todos compartimos la idéntica mística, estructura de pensamiento, cultura corporativa y valores. El hijo o el nieto del señor que contrató con mi abuelo sabe que mi padre o yo le vamos a dar buen servicio.
En Japón, que es un mercado asegurador muy conservador, hay compañías de corretaje de seguros de más de 150 años que tienen clientes (ya sean empresas o familias) que se han mantenido con ellos desde que comenzaron actividades hace 6 generaciones.
DIVERSIDAD
Otra de las ventajas de esta carrera es la variedad. Ser corredor implica que tus días nunca serán parecidos. Conocerás gente de todos los estratos sociales y empresas de todas las especialidades. Aprenderás muchísimo sobre tu país, sus asuntos financieros y sociales solamente por el hecho de escuchar qué quieren tus clientes y decidir cuáles son las mejores pólizas para ellos. Si hay alguien que le sigue el pulso al país, su economía y sus problemas y atributos es un asesor de seguros.
En suma, si quieres un trabajo que te proporcionará satisfacciones económicas y personales a largo plazo, los seguros son una muy buena opción.