Cada profesión tiene una forma de vestirse. Un cantante de rock en concierto no puede usar el mismo tipo de ropa que un médico que va a operar; ni una maestra puede usar en clase lo mismo que se pondría para una fiesta formal. Hay códigos de vestuario que ayudan en tu profesión y que es importante mantener, aunque no falte un toque personal.
EL VESTUARIO SÍ IMPORTA
En ventas la manera de presentarte es muy importante. Para el corretaje de seguros específicamente hay que vestirse de manera formal e incluso semi-formal, mas sin excesos. Las tradiciones han cambiado, pero aún hay ciertas premisas que deben mantenerse si quieres darle una buena impresión a tus clientes.
Por ejemplo, puedes vestirte con traje y corbata –en Lloyd’s, el mercado de aseguradoras británico, no te dejan entrar si no vas así- sin embargo y al mismo tiempo, debes mostrar tu personalidad a través de la ropa.
En ventas no puedes fundirte con los demás y no ser reconocido. Tienes que llamar la atención de forma discreta y elegante. Debes dejar huella por tu manera de ser, eficiencia y también por algún elemento que haga que no te olviden. Un método de distinguirte del resto es a través de la ropa.
TOQUES PERSONALES
Lo recomendable es que vayas bien vestido, formal o semi-formal arreglado, y que siempre lleves algo que marque la diferencia: corbata de un color particular, pañuelo estampado, un reloj de diseño, una montura de lentes actual, zapatos de buena calidad, yuntas, un maletín moderno. La idea es que uses algo que te diferencie de los demás y que sea tu toque especial, que será lo que llame la atención de los demás. Un vendedor exitoso no puede vestirse con pantalón gris y camisa blanca, porque entonces eres indistinguible de los miles que se visten así. No quieres tener un aspecto tan discreto que te haga desaparecer entre los demás, lo que quieres es llamar la atención de la mejor manera.
Una de las cosas en la que insisten los influencer del ramo es que es más fácil establecer conexión con alguien si tienes algo diferente que si eres una persona de apariencia muy simple. Esos rasgos diferenciadores actúan como rompehielo y hacen que comenzar la conversación sea muy fácil, que el cliente se sienta cómodo contigo y que luego no te olvide.
LA BUENA PRESENTACIÓN EN TODO
La presentación no es sólo física, también incluye excelentes modales, el verbo adecuado, saber expresarse, una postura erguida, una actitud desenvuelta y segura.
Esta buena presentación se extiende a las redes sociales. No pongas fotos inconvenientes, ni comentarios que puedan resultar ofensivos, no compartas asuntos delicados. La perfecta ortografía es fundamental y tu lenguaje debe ser pulido, de manera que sea cónsono con el mensaje que quieres transmitir.
Una parte importante del corretaje es la confianza, y para lograrla tiene que estar unido lo que dices con lo que haces.
En corretaje debes tener una marca personal y debes demostrar a través de aspecto, actos y palabras que eres diferente a los demás y al mismo tiempo discreto y de confiar.